- PARÁLISIS CEREBRAL
- Definición, generalidades y evaluación de parálisis cerebral
- Problemas en la extremidad superior de niños con hemiparesia espática
- Tratamiento no quirúrgico de la hemiparesia espástica
- La extremidad superior en la parálisis cerebral con tetraparesia espástica
- Tratamiento quirúrgico de la hemiparesia espástica
PARÁLISIS CEREBRAL/HEMIPARESIA ESPÁSTICA: DEFINICIÓN
La parálisis cerebral se define por la presencia de problemas de movimiento (anomalías motoras) de las extremidades debido a una lesión en el cerebro inmaduro, es decir, antes de los dos años de edad (Fig 1).
La parálisis cerebral suele asociar alteraciones de la sensibilidad (tacto) y puede presentar un menor desarrollo cognitivo (inteligencia) en las formas más graves. La lesión cerebral puede ocurrir antes, durante o después del nacimiento. Las causas mas frecuentes son la asfixia durante el parto y la prematuridad.
Generalidades
“Frecuencia”: La parálisis cerebral es cada vez más frecuente en países desarrollados debido al aumento de la supervivencia de los recién nacidos prematuros. En la actualidad afecta a 2 de cada 1000 recién nacidos.
Tipos neurológicos de parálisis cerebral
- Espástica; Forma más frecuente. Existen músculos con mayor tono muscular (“agarrotados o tensos”). En el presente artículo hablaremos esta forma.
- Distónica-atetoide; Presenta movimientos involuntarios de la extremidades.
Tipos anatómicos de PC espástica. Según las extremidades afectadas existen tres tipos:
- Hemiplégica; afecta la extremidad superior e inferior del mismo lado (Figura 2).
- Tetraplégica; afecta las cuatro extremidades (Figura 3).
- Diplegica; afecta las extremidades inferiores.
Evaluación del paciente con Parálisis Cerebral
La evolución del paciente es compleja debido a la heterogeneidad de la espasticidad o debilidad de los músculos afectados. Es preciso valorar múltiples veces al paciente antes de tomar una decisión. Solo de una buena evaluación obtendremos un buen resultado del tratamiento.
Valoraremos la sensibilidad de la mano (Figura 4 ), la fuerza (Fig 5 ), el rango de movilidad de todas las articulaciones y la situación de cada músculo registrando si presenta espasticidad o debilidad.
La función de la extremidad se valora mediante un test de función. Nosotros utilizamos el Test de patrones de prensión de Sollerman. Los test de función son aplicados antes y después de a cirugía para cuantificar la mejora del uso de la mano del paciente.
Es fundamental definir que tareas o actividades de la vida diaria considera el niño mas relevantes. Establecer unos objetivos funcionales del tratamiento.