REIMPLANTES

Cuando una parte de un miembro es amputado o sus vasos sanguíneos son interrumpidos es preciso restaurar la vascularización mediante el reimplante o revascularización, respectivamente.

En los niños, a diferencia de los adultos, la mayoría de los segmentos amputados o devascularizados tienen indicación de reimplantar porque las probabilidades de un buen resultado son mayores.

En las amputaciones de los dedos las indicaciones de reimplantar son cuando afecta el pulgar, multiples dedos o un único dedo con lesión distal a la articulación interfalángica distal (Fig 12A-E , Fig 13A-B).

En las amputaciones más proximales, de mano o pié hacia la raíz de la extremidad, si las condiciones de los tejidos lo permiten, el reimplante está indicado. Los resultados del reimplante serán mejor que los del uso de una prótesis tras la amputación.

Figura 12A. Segmento amputado del dedo índice por un mecanismo avulsión/degloving debido al uso de anillo (ring finger) en una niña de 12 años.
Figura 12B. Situación del dedo índice tras el degloving.
Figura 12C. Tras el reimplante, con reparación microquirúrgica de los vasos y nervios, el segmento reimplantado recupera el color rosado, traduciendo la revascularización. El tendon flexor profundo no pudo ser reparado por la complejidad de la lesión.
Figura 12D. Varios años después del reimplante.
Figura 12E. Varios años después del reimplante. A pesar de que no existe flexión de interfalángica distal, la articulación interfalángica proximal permite una función completamente normal.
Figura 13A. Niño de 10 meses con atrapamiento de dedo medio. Se observa una caída del mismo (pérdida de cascada digital) sugiriendo una sección de los tendones flexores. Además, el dedo ha perdido el color rosado sugiriendo una sección de los vasos sanguíneos. Precisa una revascularización del dedo y reparación de los tendones.
Figura 13B. Punta del dedo inmediatamente tras la revascularización. La conexión de los vasos, de 0.3mm ha permitido recuperar el color sonrosado.