FRACTURAS DE LA MANO

Fracturas de metacarpianos y falanges

En estas fracturas, lo más importante es comprobar que no haya una malrotación del dedo debido a la fractura (al cerrar los dedos, el dedo afectado se curzaría sobre los otros y dificultaría la función de la mano) (Fig 23A). Si no hay malrotación el tratamiento es ortopédico inmovilizando mediante una férula (fig 23B). Si hay malrotación es preferible hacer una reducción cerrada y fijación con aguja de kirschner o tornillo (fig 23C).

Figura 23A. Fractura con malrotación de los dedos. Requiere reducción y fijación quirúrgica

Algunas fracturas requieren una mención especial:

Fracturas subcapitales de la primera falange

Son fracturas de la metáfisis distal. Más frecuentes en el meñique. Requieren una reducción precisa porque pueden limitar el cierre del dedo por el choque entre la base de la segunda falange y la primera falange (Fig 24). Sobre todo es importante en los dedos quinto y cuarto porque tiene más función de agarre y requieren más movilidad en flexión.

En fracturas que ya se han unido y limitan la flexión del dedo podemos hacer una cirugía (osteoplastia) para facilitar el cierre del dedo (Fig 25).

Figura 24. Fractura subcapital de primera falange. El saliente óseo de la fractura limitará la flexión del dedo y requiere reducción.
Figura 25. La fractura subcapital unió en posición inadecuada por lo que fue necesario hacer una osteoplastia.

Fracturas de la base le la primera falange del meñique

Típicamente, el meñique se desvía hacia fuera. Se reduce mediante la maniobra del lápiz, que se coloca entre los dedos y sirve de fulcro (Fig 26).

Figura 26. Fractura típica de la base de la primera falange con desviación del dedo meñique hacia fuera.

Dedo en martillo (Fig 27)

Se produce una deformidad del dedo con caída de la falange distal por lesión del tendón extensor terminal o un arrancamiento óseo en la base de la tercera falange.

El dedo en martillo tendinoso se trata habitualmente con una férula durante 8s. El dedo en martillo con fractura en la actualidad también se recomienda tratamiento ortopédico.

Figura 27. Dedo en martillo por lesión tendinosa