- MICROCIRUGÍA
- Microcirurgía vascular pediátrica: generalidades
- Reconstrucción de pérdidas de hueso I: Transferencia de peroné vascularizado
- Reconstrucción de pérdidas de hueso II: Transferencia de periostio de peroné vascularizado
- No-unión o pseudartrosis recalcitrante de hueso
- Revascularización de hueso (osteonecrosis, necrosis aséptica)
- Reconstrucción de articulaciones. Transferencia de epífisis y cartílago de crecimiento del peroné vascularizada
- Reimplantes y revascularizaciones
- Transferencia de músculo funcional (vascularizado e inervado)
- Cobertura de pérdidas de piel
TRANSFERENCIA DE PERONÉ VASCULARIZADO I
Las pérdidas de segmentos-trozos grandes de hueso pueden ocurrir por diferentes motivos; mas frecuentemente por la resección-extirpación de un tumor maligno, tras fracturas graves o infecciones (Figura 4A).
La ventaja de transferir un hueso vascularizado, es que se une con la misma velocidad del hueso normal, como lo haría una fractura (Fig 4B-C). Además su tamaño se adapta a las necesidades de la carga. Por ejemplo, un peroné vascularizado colocado en la tíbia aumentará de tamaño hasta poder soportar las cargas necesarias en la extremidad (Fig 1D).


La transferencia del peroné vascularizado es la técnica más utilizada para reconstruir los defectos grandes de los huesos largos. Es la técnica ideal cuando la causa es una infección del hueso y los huesos largos de la extremidad superior. En la extremidad inferior, debido a las grandes cargas que soporta, es mejor combinar varias técnicas quirúrgicas . De lo contrario, el niño no podrá realizar carga normal durante meses y deberá usar muletas. Una opción no microquirúrgica ni biológica, es la sustitución del hueso por hueso de banco de tejidos (de donante humano cadáver) que es un hueso desvitalizado y preservado en congelador (Aloinjerto estructural criopreservado) (Fig 5A-C). Con esta técnica se consigue estabilidad rápida del hueso pero, al tener una baja tasa de integración en el organismo, presenta multiples complicaciones en el futuro.
Combinando ambos tratamientos obtenemos las ventajas de ambos: estabilidad (Aloinjerto) y capacidad biológica (colgajo óseo vascularizado) (Fig 6). Se denomina Técnica de Capanna.



